Silvestre

Silvestre 2018-03-16 Tu rápido e injusto final nos ha dejado desconsolados y sin palabras para expresar el dolor de tu partida. Que sean tu historia y tu voz las que hablen por nosotros:

Soy una gata sensible y misteriosa, un lobo solitario que intenta olvidar un pasado terrible. Me abandonaron y tuve que sobrevivir en la calle, con todos sus peligros, siempre expuesta al maltrato. Un día tuve un accidente, me pillaron las piernas y la cola. Estuve muchos días sufriendo, sin que nadie me ayudara, hasta que un ángel dió el aviso y vinieron unas personas a rescatarme. Costó mucho que me dejara atrapar, porque el dolor era insoportable, me sentía muy débil y estaba aterrorizada. Arrastraba la colita, la tenía como muerta, y casi no podía andar.

Pero una vez en el refugio, todo cambió. Me di cuenta de que me salvarían y no opuse resistencia cuando me curaban, al contrario, solo quería ayudar... porque por primera vez en mucho tiempo, recibía amor, y no palos! Me tuvieron que cortar la colita, y la fractura se fue soldando, aunque no del todo. De eso hace ya muchos meses y me he recuperado bien, pero el recuerdo de mi sufrimiento aún me paraliza. Soy miedosa, y me cuesta acercarme a las personas, pero me encanta que me rasquen la cabeza y me cepillen el pelo, y llamo a la gente con la patita para que me pongan lata. Espero la oportunidad que nunca tuve de demostrar mi amor incondicional. Espero que aparezca pronto una persona que se conmueva al verme y me ayude a liberarme de mis miedos.