
Muchas cosas han pasado en este tiempo, Taca, la gatita que compartía casa conmigo se puso muy enferma y se fue al cielo de los gatos. Un dia vino un invitado: Maru, un rubiales muy dulce, que tenia que pasar una temporada en casa… y ha acabado instalándose definitivamente. Con el si que me lo paso bien, somos colegas de esos que no se enfadan ni se «bufan», se lamen y duermen juntitos. Sigo siendo un poco «bestia» con algunos invitados «humanos»,pero en casa me lo perdonan porque también se ser muy «dulce y amoroso»,eso dicen. Tengo una buena vida de gato casero, duermo donde quiero, tomo el Sol en la terraza, pido comida,(se en que armario guardan las latitas,ja,ja ),soy muy observador y «listo». SOY FELIZ




Anterior
Siguiente