¡Hola! ¡Soy Subti!
Toda mi vida he sido un gato “de colonia”, lo que se conoce como “gato de calle”. En mi colonia yo estaba muy bien, me cuidaban y querían mucho, pero por cosas del destino y la mala suerte, un día me puse malito con dolor de boca. Empecé a echar muchas babas, comía menos y con más dificultad, y como consecuencia fui adelgazando y debilitándome. No puse fácil que lograsen cogerme para ayudarme, pero esta gente de la Asociación he de decir que son muy obstinados y no dejaron de intentarlo hasta conseguirlo.
Una vez me vio el veterinario, se sorprendió de que pudiera seguir comiendo, por poco que fuese: Tenía una estomatitis que provocaba que tuviera toda la boca completamente llagada, y las lesiones se extendían hasta la garganta. A consecuencia, tenía el esófago cerrado casi por completo, con lo que se dificultaba la entrada del alimento. Era uno de los casos más extremos que habían visto nunca, y sinceramente, no sabían si iba a salir adelante.
Pero como soy un gatito muy luchador, puse todo lo que estaba en mis zarpas para mejorar, y poco a poco, con el tratamiento y los cuidados adecuados, fui mejorando. Como parte del tratamiento, tuvieron que retirarme todos los dientes, ya que me provocaban y empeoraban la infección. Desde que estaba en la colonia, también tenía un ojito que me lloraba mucho. Tras varias pruebas y tratamientos, descubrieron que tenía el conducto lagrimal obstruido. La única solución a esto es una operación muy complicada. Como a mí el problema del ojo no me da ninguna molestia, solo es una pega estética, en mi caso concreto es mejor no operar.
Todo esto viene a consecuencia de haber pasado un virus bastante común en gatos, que se llama Calicivirus. A mí me ha dejado estas secuelas, pero no os tenéis que preocupar, ¡porque yo hago vida normal!
Ahora ya estoy preparado para irme a una casa. Soy un gato muy bueno, me encanta que me cepillen y me rasquen la barbilla, pero si no te conozco, me cuesta demostrar lo cariñoso que soy. Crecer en la calle tiene estas consecuencias… Creo que me quedaré a vivir a mi casa de acogida.