
Cándida lleva una semanita en casa y ya está de lo más contenta, ha investigado hasta el último rincón de la casa, siempre acompañada de la que ya parece su inseparable amiga: Hidra.
Al principio Cándida se mostraba un tanto retraída, Hidra tenía demasiadas ganas de conocerla y esto solo impresionaba todavía más a nuestra nueva gatita. A las dos les costó un par de días acercarse, pero el resultado ha sido digno de ver, con cabezazos y besitos por ambas partes.
Hidra está muy contenta de tener una nueva compañera, se pasean juntas por toda la casa y no dejan de curiosear lo que hace la otra. Hidra parece no imponerse demasiado más allá de querer ser la primera en comer o beber, pero se desenvuelven sin problemas y no hay bufidos ni peleas, son muy cariñosas, tanto entre ellas como con nosotros y parecen haberse adaptado a este pequeño pero esperado cambio.





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