Mi nueva familia

12-06-2019

Me llamo Susana y soy voluntaria en Barcelona Gat i Gos.
He sido voluntaria en eventos deportivos y de yoga, pero a raíz de adoptar a Izzy, mi primer gato, sentí el gusanillo de cooperar con alguna protectora felina. Yo soy taxista en Barcelona y contactó conmigo una voluntaria de Barcelona Gat i Gos para que la llevara al veterinario con sus gatitos y en el trayecto estuvimos hablando de la protectora. Me comento que ponían una Paradeta en Portal d’Angel, así  que pase por allí y deje mis datos. Al poco tiempo me llamaron y mi coche se convirtió en el Cat-taxi, haciendo traslados de los gatitos desde el refugio hasta el veterinario o a donde hiciese falta.

Un día a la semana coopero limpiando en el Refugio donde viven nuestros gatos mientras no son adoptados o se están recuperando si están malitos. Hoy cuando he llegado me he encontrado con una grata sorpresa: Neko,una gatita que capturo Carol y que nos enteramos que estaba embarazada cuando la íbamos a esterilizar, ha sido mama. La he encontrado con sus crías al ir a limpiar su box.

También colaboro en el mantenimiento de la colonia que tenemos en un espacio cedido por el puerto. Ver los gatos en libertad es diferente. Llegas con el coche y esperan impacientes a que les des su latita o te siguen mientras haces la ronda por todos los puntos. Los hay que ya te conocen y se dejan tocar. Además de alimentarlos, hay que vigilar que estén bien. Por ejemplo, hace unas semanas me di cuenta de que Johnny , un gato muy cariñoso que siempre ha preferido tus mimos a que le dieras lata, tenía muchas babas. Así que lo capturamos y lo lleve al veterinario. Tiene una gingivitis y por ahora se está recuperando en el refugio.

Nuestra labor va más allá de ponerles comida y agua o limpiar sus areneros. También pasamos tiempo jugando con ellos. Mi marido me dice que el tiempo se detiene cuando voy al refugio o a la colonia. Puedes tener un día horrible pero estar con ellos lo cambia por completo. Me he convertido en una loca de los gatos. Tenemos momentos difíciles, pero las experiencias gratificantes superan con creces esos malos momentos y mis compañeros de la protectora se han convertido en segunda familia J. Mis hijas y mi marido también me acompañan algún día. Te animo a que tú también nos acompañes!!