En busca de un retiro feliz, por Gordi (II)

Buenas tardes de nuevo! Como os contaba ayer, soy una gata nacida y criada en la calle. Soy experta en sortear peligros y sobrevivir, pero hasta los mejores supervivientes a veces pasamos baches que no podemos superar nosotros solos. En mi caso, mi bache tiene nombre y apellido: hernia diafragmática. Un día, tuve un mal accidente. No recuerdo qué pasó, quizás la memoria me falle fruto de la edad, o quizás sea producto del golpe tan fuerte que recibí, el caso es que tuve un accidente. Tras ese accidente, me faltaba el aire. Yo intentaba inspirar hondo, llenar mis pulmones, como siempre había hecho, durante toda mi larga vida, pero el aire no me saciaba. Mis pulmones no se hinchaban como siempre se habían hinchado, algo los aprisionaba. Intentaba respirar usando el abdomen, pero el aire aún no llegaba. Hiciese lo que hiciese, me ahogaba. Algo tan fácil como respirar se convirtió en una tortura. Todos respiramos sin pensar que lo hacemos, excepto cuando no te alcanza el aire. No quería ni comer, ¿Cómo iba a comer si no podía parar de esforzarme en respirar? Y así, ahogándome y agotándome sólo por intentar seguir respirando es como me encontró mi cuidadora. Mañana sabréis qué más descubrieron. Os espero.
Buscar
También te puede interesar
Sobre nosotros

Barcelona Gat i Gos es una asociación de voluntari@s dedicada al cuidado del gato urbano, y la reintroducción y adopción de los gatos mansos que encontramos en nuestras colonias.