Bruno (ahora Brunet)

Bruno es un caso más de gato usado para criar y criar... Lo rescatamos junto a Pruna, su compañera, de un vivero particular ilegal donde eran simples objetos, tuvimos la suerte de que los cedieran y aquí empezó su nueva vida. Es un bombón de gato porque es para comérselo. Pero no hace falta dejarse engañar por las apariencias, ya que, por dentro, es lo más parecido a un Rey Persa y requiere de constantes atenciones y mimos. Le gusta que le sirvan la comida siempre en platos bien limpios y en forma de montañitas, con su nariz chata a veces le es complicado cogerla, pero no hace falta poner el reloj para ello; Bruno se sienta delante de ti y empieza a maullar... Tengo hambre. Exigente y adorable. Es muy muy bueno, nunca tiene un mal gesto y si algo le incomoda, opta por cambiar de sitio. Le encanta la compañía y si cierras la puerta de una habitación y él no está dentro, te llamará insistentemente. Adiós a la privacidad, él es el que manda. Bruno requiere de peinado constante, tiene mucho pelo, se le enreda fácilmente y él solito no da abasto. Eso sí, todo el esfuerzo se ve recompensado sólo con mirarlo. Bruno duerme toda la noche, y gran parte del día y... A veces ronca. Como buen monarca de la casa no le gustan los juegos, prefiere un buen sillón con una mantita suave de pelo (las texturas le encantan) y, durante el día, una ventana con luz natural desde donde poder mirar a las palomas, que seguro caza a sus sueños. Le asustan los ruidos y los movimientos. Ama la tranquilidad, el silencio y la buena compañía. Bruno debe ser gato único, el Rey de su casa.