¡Visimos en Zipi en su casa!

Como ya sabéis, le Zipi estuvo en la enfermería Gat y Perro recuperándose de una herida fea en el cuello. Allí hicimos amistad y quiso que les enseñáramos su colonia, El Jardín de Don Pantunflo, así que ayer pusimos rumbo hacia allí.
El Jardín de Don Pantunflo es una colonia semicerrada, donde los gatos gozan de libertad, pero al mismo tiempo disponen de un lugar seguro donde ir a dormir, tomar el sol tranquilos, comer o protegerse de la lluvia y del frío en invierno.
La colonia tiene años de trabajo a espaldas de Joaquín y otros voluntarios, como Carlos, que procuran ofrecer lo mejor de los espacios para estos gatitos urbanos.
Los voluntarios de Barcelona Gat y Perro se dejan la vida al cuidar de sus gatos, porque a pesar de no vivir en su casa, Zipi, Zape, Jaumet, Bombón, Lore, Mishino, etc… son parte de su familia. También recuerdan a otros gatos que ya no están, como Romeo y Julieta.
Cada día los alimentan, mantienen el Jardín limpio, juegan y pasan tiempo con ellos y les ofrecen todo su cariño (sí, los gatos también lo necesitan). Los gatos los adoran.
Además, vigilan también su salud y alertan en caso de emergencia veterinaria. Así es como acabaron en la enfermería Zipi, Mishino o el Hombre.
Zipi también quiso presentarnos a algunos de sus amigos, como Jaimito, con el que pudimos jugar un ratito. ¿Quién dijo que los gatos ferales no se entendían con las personas? Cada gato es un mundo y cuando están bien cuidados como los nuestros, su relación con nosotros cambia por completo.
A la hora de comer, aparecieron todos para recibir su ración de lata.
El vínculo que se crea con las latas es muy importante para los cuidadores. Los gatos saben a qué hora se reparte la comida y vuelven a su colonia esperando recibirla. Este momento es el que aprovechan los cuidadores para revisar orejas, el hocico, la piel y, en el caso de las hembras, las mamas en busca de posibles tumoraciones.
Después de la comida y el juego llegó la hora de dormir, así que dejamos a los niños disfrutar de su becaina en el sol. ¡Volveremos pronto! Y tú, ¿vives en Barcelona o alrededores y te gustaría ser cuidador y crear ese vínculo tan bonito con gatos que te necesitan? Hazte voluntario de Barcelona Gat i Perro.