Hace casi dos meses que adoptamos a Farra y estamos encantados con ella y ella con nosotros.
Es un bichito, se pasa el día jugando, es muy cariñosa y sociable. No nos costó nada que nuestra otra gata Tana la aceptara y ahora se lo pasan muy bien las dos juntas.
La pequeña busca a la mayor para jugar y alguna vez también tienen alguna pelea, pues Farra es incansable.
Desde el primer día Farra tuvo una conexión especial con nuestra hija Arlet de dos años y medio. Juegan mucho las dos y Farra jamás se enfada con ella.