Esta gatita tan simpática es Lauren. Tiene las orejitas tan chiquitinas porque le detectaron un carcinoma y se lo tuvieron que extirpar. Tampoco tiene dientes, ya es anciana y sufría una inflamación crónica en la boca que le impedía comer. VIvía en una de nuestras colonias, pero tras pasar por el veterinario, decidió mudarse y quedarse con nosotros para siempre en el refugio. Es una yayeta muy mona y alegre, se ha recuperado muy bien y le encanta recibir diariamente sus dos raciones de lata, mirar por la ventana o dormir como una princesa en alguna de sus camitas. Se lleva súper bien con los demás gatos, es muy buena con ellos, sobre todo con Freya.