Hoy es un día muy triste. María, princesa, pasaste demasiado tiempo en el refugio, después fuiste a la mejor casa de acogida del mundo y al poco tiempo apareció tu ángel para darte un hogar definitivo lleno de amor, has podido disfrutarlo poco tiempo aunque has dejado una huella imborrable. Conocerte era quererte. Tu marcha nos deja con el corazón roto. Queremos dar las gracias a tu papá humano por cuidarte y quererte tantísimo durante todo este tiempo. Lo está pasando muy mal y queremos enviarle todo nuestro cariño. María, cuida de él desde el cielo de los gatitos. Esta noche brilla una estrella más en el cielo. Te queremos princesa.