Hidra llegó ayer a casa y pasada a penas una horita empezó a dar vueltas por el piso y pedir atención con su dulce vocecita. Pasamos una tarde entera con ella y ya se siente mucho más en confianza, nos sigue a la cocina para curiosear, se sube a la mesa para olisquear la comida y hasta se sienta con nosotros en el sillón. Todavia se siente algo desconcertada y si se encuenta sola en una habitacion intenta esconderse, aunque sale enseguida que nos ve cerca.
Come y bebe sin ningun problema, hasta se anima a jugar con nosotros.
Estamos muy contentos de tenerla en casa, la verdad es que es un amor 🙂