Ángel. Uf!!! ya en el 2020…

Muchas cosas han pasado en ese tiempo, Taca, la gatita que compartía casa conmigo se puso muy enferma y fue al cielo de los gatos. Un día vino un invitado: Maru, un rubio muy dulce, que tenía que pasar una temporada en casa… y ha acabado instalándose definitivamente. Con él sí que lo paso bien, somos colegas de esos que no se enfadan ni se «soplan», se lamen y duermen juntitos. Sigo siendo algo «bestia» con algunos invitados «humanos», pero en casa me lo perdonan porque también sé ser muy «dulce y amoroso», eso dicen. Tengo una buena vida de gato casero, duermo donde quiero, tomo el sol en la terraza, pido comer (sé en qué armario guardan las latas, ja, ja), soy muy observador y «listo». SOCO FELIZ




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