¿Qué hace un tío chungo como tú, en un sitio como éste? Por Madar (III)


Hola de nuevo!

Como las normas no van conmigo, he decidido que hoy vuelvo a contarles otra parte de mi historia. Me ha pillado de buenas.

Pues como os dije, me quemaba la piel, y yo intentaba arrancarla mordeduras, con las garras, ¡cómo fuera! Me automutilaba de forma tan horrible, que tenía a mi cuidadora muy preocupada. Y es que los tipos chungos somos así: si algo nos molesta, le damos matarile, aunque sea nuestra propia piel.

Después de un viaje adquirido en un maldito transportín, me llevaron a una doctora guapísima (negaré ante quien sea que he reconocido que es guapa, los tipos duros no decimos estas cosas).
La doctora me hizo muchas pruebas y me envió potingas asquerosos, que debo reconocer que me calmaron los picores, pero no por eso eran menos asquerosos.
Resulta que tengo un problema alérgico muy fuerte de muchos factores, sobre todo ambientales. Con lo chungo que soy, y resulta que el aire me quema la piel. Si pudiera, le pegaría una paliza y le enseñaría quien manda aquí.
Esta maldita alergia hace que de vez en cuando me entren brotes y necesite tratamiento. Por eso, he venido a vivir aquí, en cautiverio.
Me cuesta reconocerlo, me da rabia, pero debo reconocer que se está muy bien. Latas diarias, almohadas blandas, compañeros de tribu molones y enrollados. Luego están los humanos, ¡que son más simples! Das un coco en el mueble, les hace gracia, y te cae más lata.
Os dejo unas fotos de cuando vivía en mi colonia.

Mañana, si me va bien, les contaré más. Ya veremos.
Nos vemos… O no…

Madar

This site is registered on wpml.org as a development site. Switch to a production site key to remove this banner.